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DANIEL INNERARITY

Reconocido como uno de los grandes pensadores y filósofos del momento, catedrático en la Universidad del País Vasco y en el Instituto Europeo de Florencia



Daniel Innerarity es catedrático de filosofía política en la Universidad del País Vasco y titular de la cátedra Inteligencia Artificial y Democracia en el Instituto Europeo de Florencia.

Doctor en Filosofía, amplió sus estudios en Alemania, como becario de la Fundación Alexander von Humboldt, Suiza e Italia. Ha sido profesor invitado en diversas universidades europeas y americanas,  como el Robert Schuman Centre for Advanced Studies del Instituto Europeo de Florencia, la Universidad de la Sorbona (Paris I), la London School of Economics and Political Science, la Maison des Sciences de l'Homme en París, la Universidad de Georgetown o el Max Planck Institute de Heidelberg.
Entre sus libros cabe destacar Un mundo de todos y de nadie; La democracia del conocimiento, Premio Euskadi de Ensayo 2012; La humanidad amenazada: gobernar los riesgos globales (con Javier Solana); El futuro y sus enemigos; El nuevo espacio público; La sociedad invisible, Premio Espasa de Ensayo 2004; La transformación de la política, III Premio de Ensayo Miguel de Unamuno y Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Ensayo 2003; Ética de la hospitalidad, Premio de la Sociedad Alpina de Filosofía 2011 al mejor libro de filosofía en lengua francesa; La política en tiempos de indignación (2015); La Democracia en Europa (2017), Política para perplejos (2019), Premio Euskadi de Ensayo 2019, Una teoría de la democracia compleja (2020) y La libertad democrática (2023). Algunos de sus libros han sido traducidos en Francia, Inglaterra, Portugal, Alemania, Estados Unidos, Italia, Finlandia y Canadá.

Es colaborador habitual de opinión en El País y El Correo/Diario Vasco y La Vanguardia, así como de la revista Claves de razón práctica. 

Ha recibido el Premio Príncipe de Viana de la Cultura en 2013 otorgado por el Gobierno de Navarra. Este premio reconoce la trayectoria de personas o entidades relevantes en el mundo de la cultura. En 2008 Eusko Ikaskuntza-Caja Laboral le concedió el Premio de Humanidades, Artes, Cultura y Ciencias Sociales. También recibió el Premio Internacional de Humanidades Eulalio Ferrer y el Premio Nacional de Investigación en Humanidades en 2022.

Ha sido miembro del Consejo de Universidades a propuesta del Senado español, pertenece a la Academia de la Latinidad y a la Academia Europea de Artes y Ciencias, con sede en Salzburgo.

La revista francesa “Le Nouvel Observateur” le incluyó el año 2004 en una lista de los 25 grandes pensadores del mundo.

Daniel Innerarity adapta cada presentación a las necesidades de su audiencia y no se limita a los temas que hemos enumerado a continuación. Estos son temas que han demostrado ser valiosos para los clientes en el pasado y están destinados solo a sugerir el rango y los intereses del orador:

  • Sociología y demografía
  • Presente y Futuro del rol de la política
  • Un mundo de todos y de nadie
  • La democracia del conocimiento
  • El futuro y sus enemigos
  • El nuevo espacio público
  • La sociedad invisible
  • Inteligencia Artificial y el futuro de la democracia
     

Por favor consúltenos sobre cualquier tema que le interese; estamos seguros de que podremos acomodarlo.  A continuación, una breve descripción de sus principales conferencias y temas:
 

La transformación de la política

Un cambio de época está requiriendo una transformación radical de la política, que ya no puede limitarse a administrar el estancamiento. La filosofía política está llamada a transformar la democracia haciéndola más compleja, volviéndola a pensar en un contexto caracterizado por una triple complejidad: la que procede del creciente número de actores que participan en ella de manera interdependiente, la de las lógicas (eficacia, legitimidad, solidaridad, prevención) y los tiempos (financiero, constitucional, comunicativo, medioambiental) que deben ser tenidos en cuenta y la legitimidad que se deriva de los conocimientos que hay que movilizar para tomar las decisiones oportunas.

Una teoría de la democracia compleja

La principal amenaza de la democracia no es la violencia ni la corrupción o la ineficiencia, sino la simplicidad. Desde el punto de vista de la teoría de la democracia, este libro ofrece una actualización de nuestros conceptos políticos, que fueron pensados en una época de relativa simplicidad social y política. Este déficit teórico se corresponde con una práctica política que simplifica y empobrece nuestras democracias. Nuestros sistemas políticos no están siendo capaces de gestionar la creciente complejidad del mundo y son impotentes ante quienes ofrecen una simplificación tranquilizadora. La política, que opera actualmente en entornos de elevada complejidad, no ha encontrado todavía su teoría democrática. Ya no tiene que enfrentarse a los problemas del siglo XIX o del XX, sino a los del XXI. Si la democracia ha efectuado el tránsito de la polis al Estado nacional, de la democracia directa a la representativa, no hay razones para suponer que no pueda hacer frente a nuevos desafíos, siempre y cuando se le dote de una arquitectura política adecuada. Este libro se dirige a quienes no creen en las respuestas simples, pero tampoco quieren desesperar ante la complejidad de los problemas. En él se formula una teoría de la democracia y del gobierno para el siglo XXI desde el presupuesto de que la más prometedora renovación de nuestras democracias será el resultado de hacerlas más complejas.

Comprender la democracia

La democracia sólo es posible gracias a un aumento de la complejidad de la sociedad, pero hoy en día esa misma complejidad parece distanciarnos de la propia democracia. Entonces ¿cómo podemos conseguir una política que nos resulte más comprensible? Hay un claro desajuste entre lo que una democracia nos presupone a los ciudadanos y nuestra capacidad para cumplir con esas exigencias.

En la actualidad, el origen de algunos de los principales problemas políticos reside en el hecho de que la democracia necesita unos actores que ella misma es incapaz de producir. Sin una ciudadanía activa y participativa, formada e informada, que entienda lo que se debate en el espacio público de forma que pueda intervenir en él, es imposible hablar de calidad democrática.

Lo que plantea aquí Daniel Innerarity es que la comprensión de la democracia no pasa por el recurso a los "expertos", el incremento de la delegación o la renuncia del control popular, sino por el fortalecimiento de la cooperación y la organización institucional de la inteligencia colectiva.