Es periodista de formación, hizo radio, fue redactor y presentador de un programa político en televisión. A sus 18 años se mudó de Santander a Madrid, para estudiar Periodismo. Trabajó en informativos de las cadenas Ser y La Sexta. Fue redactor de noticias, conductor y director. A la par de todo, nunca dejó de escribir. Fue colaborador y columnista de Diario Público y El Mundo, entre otros.
Ahora es guionista (Head Writer) y co-productor de La casa de papel, que en 2018 se convirtió en la primera serie española en ganar un Emmy Internacional (categoría de mejor drama), uno de los premios de mayor prestigio de la International Academy of Television Arts & Sciences. Emitida en 190 países y con más de 44 millones de espectadores, se ha convertido en la producción de habla no inglesa más vista en Netflix.
Escribió su novela El crimen del vendedor de tricotosas sin ambiciones. Ni siquiera tenía editorial. Escribir, en ese momento de su vida, pasaba por otro lado. Representaba una especie de terapia mental. La única meta era tener la mente ocupada. Había dejado su trabajo como conductor de TV de un programa político tras sufrir ataques de ansiedad y una depresión brutal. La editorial Planeta, en septiembre de 2014, le compró los derechos y se la publicó un año después. No fue un récord de ventas ni mucho menos. Pero uno de sus lectores lo contactó y lo invitó a tomar un café en un bar de Madrid. Ese lector era el reconocido director Álex Pina, que tenía en mente un nuevo proyecto y quería comentárselo. Además le haría una propuesta de trabajo que sería un antes y un después en su carrera como periodista.
Cuando me propuso ser guionista de la historia no sólo le dije que no sabía escribir guiones. Le conté que nunca antes había visto uno. "No te preocupes por eso. Yo te enseño", fue su respuesta. Decidí intentarlo. Yo ya había vuelto a mi programa de TV, y durante algunos meses hice las dos cosas. Hasta que en un momento tuve que elegir. Y me arriesgué. Siempre me había interesado la literatura, pero desde los 21 años que trabajaba en medios. Era lo que me daba de comer. La dinámica me había llevado a eso; aunque en el fondo quería escribir ficción. Dedicarme a los guiones me resultó muy estimulante; fue volver a un proceso de aprendizaje, como tener 20 años otra vez.