ÁNGEL GURRÍA

Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre 2006 y 2021


  • Asumió el cargo de Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en junio de 2006 
  • Logró reemplazar la percepción de la OCDE como “el club de los países ricos” por la de “la casa de las mejores prácticas” para la promoción de un crecimiento más incluyente y sostenible
  • Durante sus tres mandatos consecutivos (2006-2021), transformó la Organización en una institución más global y más influyente
  • Fortaleció el impacto de la OCDE en la formulación de políticas, transformándola de un centro de reflexión (think-tank), en un centro de acción (do-tank).
  • Se convirtió en el principal comunicador y el máximo promotor del trabajo de la OCDE, con más de 50 misiones y 300 discursos al año, en promedio.
  • Amplió la contribución de la OCDE a la agenda global, en particular a través del Acuerdo de París sobre el cambio climático y la adopción de los ODS
  • Fue Secretario de  Relaciones Exteriores y Secretario de Hacienda y Crédito Público de México en la década de 1990

Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) desde junio de 2006 hasta junio de 2021. 

Consolidó el papel de la OCDE como uno de los pilares del sistema de gobernanza económica mundial, redefiniendo su misión como la de diseñar, desarrollar e implementar “Mejores políticas para una vida mejor”. Además, logró reemplazar la percepción de la OCDE como “el club de los países ricos” por la de “la casa de las mejores prácticas” para la promoción de un crecimiento más incluyente y sostenible. 

Durante sus tres mandatos consecutivos (2006-2021), transformó la Organización en una institución más global y más influyente. Aumentó el número de países miembros al promover la incorporación de Chile, Estonia, Israel, Letonia, Eslovenia, Lituania, Colombia y Costa Rica. Lanzó un programa de cooperación con los más importantes países emergentes, convirtiéndolos en “socios clave” (Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica). Impulsó los Programas Regionales con el Sureste de Europa y MENA, y lanzó nuevos programas con Eurasia, el Sureste Asiático y América Latina y el Caribe, promoviendo una cooperación dinámica con más de 100 países en vías de desarrollo. Durante sus últimos cinco años al frente de la OCDE, encabezó las conversaciones con seis países que solicitaron oficialmente la adhesión (Argentina, Brasil, Bulgaria, Croacia, Perú y Rumanía). Dichas solicitudes están actualmente en consideración del Consejo. 

Una de sus más importantes contribuciones a la apertura de la OCDE fue el acercamiento que personalmente impulsó con América Latina y el Caribe, un esfuerzo que había iniciado desde que era Secretario de Relaciones Exteriores de México, con la creación del Centro de la OCDE para México y América Latina, en la Ciudad de México. Angel Gurría vinculó a la OCDE a las Cumbres Iberoamericanas e impulsó asociaciones estratégicas, iniciativas, estudios y foros conjuntos con actores regionales como la CEPAL, el BID, la CAF, la SEGIB, la OEA y el SELA. Apoyó desde sus orígenes a las sucesivas presidencias pro-tempore de la Alianza del Pacífico en temas puntuales como PyMEs, Género y Cadenas de Valor, e impulsó un mayor acercamiento con esquemas de integración subregional. 

Consolidar la función de la OCDE como una de las principales fuentes de estándares internacionales e instrumentos multilaterales fue otro importante logro. Se trata de lograr una globalización más justa y transparente, y ayudar a los gobiernos a recuperar la confianza pública en ámbitos como la fiscalidad, el comercio internacional, la lucha contra la corrupción, la inclusión financiera, las adquisiciones públicas, la responsabilidad social de las empresas, la competencia, la inteligencia artificial, la inclusión digital, la educación, las competencias, habilidades y destrezas, el medio ambiente, la salud, la ayuda al desarrollo, entre otros. Fortaleció el impacto de la OCDE en la formulación de políticas, transformándola de un centro de reflexión (think-tank), en un centro de acción (do-tank). Desarrolló la capacidad de reacción rápida de la Organización para ayudar a los países a enfrentar los desafíos de las crisis recurrentes. También promovió iniciativas innovadoras sobre temas cruciales, como la fiscalidad, con el llamado BEPS (por sus siglas en inglés) sobre la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios, así como el Intercambio Automático de Información para Fines Fiscales (AEOI, por sus siglas en inglés), los cuales han revolucionado el sistema impositivo mundial. Tan solo en 2019, cerca de 100 países realizaron intercambios automáticos de información, lo que permitió a sus administraciones tributarias obtener datos sobre 84 millones de cuentas financieras que sus residentes mantenían en el extranjero, con activos por valor de 10 billones de euros. Después de una década de esfuerzos, el 1 de julio de 2021, 130 países y jurisdicciones se integraron a un nuevo y ambicioso acuerdo para garantizar que las grandes empresas multinacionales (EMN) paguen impuestos en el sitio donde operan y generan utilidades, así como para incrementar la seguridad y estabilidad del sistema fiscal internacional. 

Angel Gurría creó programas para apoyar a los países miembros y socios en sus esfuerzos por llevar a cabo reformas estructurales, incluyendo la organización de seminarios para mandatarios y ministros por parte de expertos técnicos de la OCDE, para apoyar a las administraciones entrantes con sus programas de reforma. Este trabajo dio lugar a la creación del programa La Casa de las Reformas (The House of Policy Reforms), para apoyar las agendas de reforma estructural de los países miembros. 

Estableció un diálogo directo con los Presidentes y Primeros Ministros (a través del “Programa de Líderes”), con los parlamentarios (a través de la Red Parlamentaria de la OCDE), con los gobiernos locales (mediante una coalición de Alcaldes de todo el mundo) con el sector empresarial (por medio de las iniciativas B20, Business for Inclusive Growth y EMNET) y con representantes de la sociedad civil. 

También renovó el pensamiento económico de la OCDE, por medio de la iniciativa Nuevos Enfoques ante los Retos Económicos (NAEC, por sus siglas en inglés). NAEC fue diseñado para cuestionar el enfoque económico tradicional y extraer enseñanzas de la crisis financiera de 2008, mediante un diálogo entre los funcionarios de la OCDE y las mentes más destacadas y brillantes —expertos, premios Nobel, grupos de reflexión, académicos y responsables de la formulación de políticas— de todo el mundo. Este ejercicio inspiró el lanzamiento de la Iniciativa de Crecimiento Incluyente de la OCDE y contribuyó a la creación del Centro de Bienestar, Inclusión, Sostenibilidad e Igualdad de Oportunidades (WISE, por sus siglas en inglés). 

Bajo su supervisión, la OCDE se convirtió en una de las organizaciones internacionales más activas en el G20, desempeñando también un papel de gran relevancia en el G7, APEC y ASEAN. Estableció una nueva asociación con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creando la primera oficina de representación de la OCDE ante la ONU en Nueva York, al igual que con la Unión Europea (UE), para ayudar a sus estados miembros en el diseño y la aplicación de reformas estructurales. También fortaleció la contribución de la OCDE a la agenda mundial, apoyando el Acuerdo de París sobre el cambio climático a través del informe sobre los “100.000 millones de dólares”, así como el proceso de adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. 

Encabezó una nueva estrategia para modernizar e impulsar las herramientas de comunicación de la OCDE —incorporando las tecnologías más avanzadas— con miras a multiplicar el alcance, el impacto y la influencia de la Organización en todo el mundo. También se convirtió en el principal comunicador y el máximo promotor del trabajo de la OCDE, con más de 50 misiones y 300 discursos al año, en promedio. Para él la comunicación constituye “la otra mitad de la labor de la OCDE”. 

Se encargó de liderar la respuesta de la OCDE a la pandemia de COVID-19. La Organización consiguió que su plantilla de 3,500 trabajadores operara de forma totalmente virtual en cuestión de días y desarrolló un servicio de apoyo multidisciplinario para ayudar a los líderes políticos y a sus gobiernos a afrontar las dificultades planteadas por la crisis del COVID-19. La Plataforma OCDE dedicada al Coronavirus –con más de 200 documentos de política- se convirtió en una valiosa fuente de mejores prácticas para los responsables de la formulación de políticas durante la pandemia, y seguirá generando nuevas recomendaciones en el futuro. 

El Secretario General Gurría impulsó un esfuerzo institucional para trabajar de manera horizontal, generar sinergias y sacar el máximo provecho de los conocimientos multidisciplinarios de la Organización para dejar atrás la fragmentación de las políticas públicas. Con el fin de atender la creciente demanda de los servicios de la OCDE, en un contexto de restricción de sus presupuestos, Gurría consiguió triplicar el volumen de las contribuciones voluntarias de fuentes no presupuestarias, que pasó de 60 millones de euros en 2006 a 200 millones de euros en 2019. También actualizó las herramientas y los reglamentos de administración de la OCDE en otras áreas clave, como los recursos humanos, las operaciones, la eficiencia energética y la seguridad. Más importante aún, introdujo una nueva cultura para el uso óptimo de los recursos, que ha obtenido excelentes resultados. 

Nacido el 8 de mayo de 1950 en Tampico (México), Angel Gurría se incorporó a la OCDE tras una destacada carrera en la Administración Pública de su país, en donde ocupó puestos como Secretario (Ministro) de Relaciones Exteriores, así como de Secretario (Ministro) de Hacienda y Crédito Público. En su calidad de Secretario de Relaciones Exteriores encabezó importantes iniciativas y decisiones de Estado en materia de integración latinoamericana y migración internacional, entre las que se incluye la modificación de la Constitución mexicana para permitir la doble ciudadanía a los nacionales del país, de la que se beneficiaron millones de mexicanos, en su mayor parte residentes en los Estados Unidos. Como Secretario de Hacienda y Crédito Público, concluyó su mandato con una tasa de crecimiento del 7% (nunca lograda hasta la fecha) y, por primera vez en una generación, gestionó la economía mexicana a través de un cambio de administración sin que tuviera lugar una crisis financiera como solía suceder durante dichas transiciones. Participó en los equipos que promovieron y negociaron el primer Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y los tratados de libre comercio con Europa e Israel. 

Es un experto reconocido internacionalmente en materia de Deuda Externa, después de su papel en la negociación de la deuda externa de México y del apoyo que dio a otros países de América Latina en la materia. 

Antes de asumir sus cargos ministeriales, fue Director General del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y de Nacional Financiera (NAFIN), el banco de desarrollo que ofrece financiamiento a pequeñas y medianas empresas. Formó parte de los consejos de administración de tres bancos comerciales mexicanos (Banca Serfin, Comermex y Banca Cremi). Tras salir del gobierno, formó parte del Consejo Asesor Internacional del Banco Santander. Fue miembro del Consejo de Administración de Recoletos, uno de los grupos de medios de comunicación más importantes de España. 

Angel Gurría tiene una Maestría en Economía de la Universidad de Leeds (Reino Unido) y una Licenciatura en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Habla español, inglés, francés, italiano y portugués, y tiene conocimientos de alemán. Le han sido otorgados doctorados honoris causa en siete universidades de Israel, México, Eslovaquia, España y el Reino Unido. 

Colaborador habitual en algunos de los periódicos y revistas de más renombre del mundo, ha recibido galardones, distinciones y condecoraciones de varias instituciones en más de 30 países. En 2007, fue el primer galardonado como Globalist of the Year por el Consejo Internacional de Canadá, en reconocimiento a sus esfuerzos en la promoción del multilateralismo, una mayor conciencia sobre los desafíos mundiales y la cooperación internacional. También fue reconocido con el Premio de Liderazgo Mundial del Instituto de las Américas, en 2018; como Defensor del Libre Comercio del Club Económico de Minnesota, en 2017; con el Global Award for an Outstanding Contribution to Global Economic Co-operation de la Priyadarshni Academy (Nueva Delhi), en 2021; con la Orden de Boyacá, en el grado de Gran Cruz, por el Gobierno de Colombia; y con la Gran Cruz de la Legión de Honor, de manos del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, también en 2021. 

Ha participado en varias organizaciones internacionales sin fines de lucro, entre ellas el Consejo de Población (con sede en Nueva York), el Diálogo Interamericano y el Centro para el Desarrollo Global (ambos con sede en Washington) y el Centro para la Innovación de la Gobernanza Internacional (con sede en Canadá). Presidió el Grupo de Trabajo Internacional sobre la Financiación del Agua para Todos y sigue estando muy involucrado en esta materia. En 2018, recibió el Gran Premio Mundial del Agua, otorgado cada tres años por el Foro Mundial del Agua. Es miembro de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España. Es miembro del Consejo de la Fundación del Foro Económico Mundial (WEF). 

Está casado con la Dra. Lulú Quintana, destacada oftalmóloga mexicana, quien fue Directora de un hospital de beneficencia en México, dedicado a problemas de los ojos, que atiende a 350,000 pacientes al año; la mayor parte de ellos pobres o muy pobres. Tienen tres hijos adultos.

El Sr. Gurría adapta cada presentación a las necesidades de su audiencia y no se limita a los temas que enumeramos a continuación:

  • Economía global
  • Perspectivas económicas de América Latina 
  • Sistema fiscal internacional 
  • Marcos de gobernanza en materia de lucha contra la corrupción 
  • Cambio climático 
  • Objetivos de Desarrollo Sostenible