Desde el año 2007 trabajo en contacto con conferencistas, y cada vez me convenzo más que, las personas que tienen algo que decir, se convierten en buenos conferencistas, no al revés.  

Una vez llegó a mi un libro que te ayudaba a “convertirte” en un buen conferencista, y la primera recomendación era escoger un tema atractivo, para luego especializarte en él. Me quedé pensando acerca de esto. ¿De dónde saldrá la pasión si sólo te mueve ser un conferencista por el hecho de serlo, sin tener nada que decir?  

He acompañado a cientos de conferencistas durante sus eventos, cenas, entrevistas, etc, y es tan maravilloso escuchar a un conferencista que está ahí porque su conocimiento, su talento y su pasión por el tema lo/la han llevado a expresarlo públicamente. Impactar profundamente en la vida de otras personas con una conferencia, que generalmente no dura más de una hora, sólo se puede hacer desde la convicción de la verdad en esas palabras, y desde unas ideas o conclusiones propias, que llegan luego de años de investigación o dedicación. 

En HiCue tenemos a esos conferencistas apasionados, los que buscan cambiar al mundo desde sus ideas y acciones. 

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